Bueno, supongo que
muchos de vosotros ya conoceréis esta película, pero es que la he visto como docente
y he sacado algunas reflexiones. Antes de todo explico la película muy rápido
para poneros en contexto.
La película básicamente trata de Po, un panda glotón
y torpe que ama el kung fu y que quiere unirse a los cinco furiosos, guerreros del
kung fu. Mientras tanto el maestro Shifu entrena a los cinco furiosos y su
mentor le dice que ha tenido una visión en la que el malvado Tai Lung, escapará
de la cárcel y por eso deben buscar al guerrero del dragón. En la ceremonia de
la elección del guerrero del dragón, nuestro protagonista es elegido guerrero
del dragón al caer del cielo tras sufrir un accidente con los fuegos
artificiales. Entonces le encargan a su profesor que le enseñe kung fu. ¿Cuál
es el problema? El pobre Po no consigue hacer nada y lo hace todo mal. Esto
crea una frustración en nuestro protagonista, pero un día el maestro Shifu lo
ve haciendo una lleva perfecta mientras que busca comida y entonces descubre
que para que aprenda el panda debe enseñarle de otra forma, con la comida.
Bueno no continúo contando la película para no contaros el final y porque es
eso lo que quería contar.
La idea que podemos
extraer y aplicar en la enseñanza, es que no todos los niños aprenden de la
misma manera, porque todos son especiales y tenemos que buscar la manera con la
que puedan aprender mejor. Es decir, tenemos que sacar esas potencialidades que
llevan dentro y hacer que saquen lo mejor de ellos. De este modo el maestro no
debe dar su clase sin más y ya está, sino que debe adaptar su metodología para
que el alumno pueda seguir su clase.
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